Las presentaciones de producto que hacen las marcas en cualquier lugar para sorprender a los consumidores y difundir sus novedades reciben el nombre de “activación” en el argot de la mercadotecnia.

Estos ejercicios se basan en un esquema disruptivo para una generación ávida de “experiencias” y lo que buscan es impresionar al consumidor y dejar en él un elevado nivel de recordación.

Pues bien, este tipo de activaciones están funcionando cada vez mejor dentro de eventos comerciales, ya sea en foros de negocios, convenciones o exposiciones de ventas, y esto se da por tres razones fundamentales:

1. El público ya está reunido ahí. Si se desea llegar a nivel masivo, muchas expos ya tienen la concurrencia que se necesita, lo que propicia un mayor nivel de alcance presencial.
2. Formato diferente. El producto se saca de los anaqueles o de su ambiente tradicional de ventas y se pone al alcance del consumidor, bajo otra dinámica (una más interactiva, por ejemplo). Esto le confiere más cercanía y confianza a los compradores.
3. Difusión. Generalmente, las grandes expos tienen canales de comunicación que diseminan en distintos segmentos la información por lo que puede esperarse una mayor cobertura mediática e interacción más amplia en las redes sociales.

Este tipo de espacio permite, además, sondeos de opinión entre el público usuario, efectuar pruebas-piloto y recoger contactos para nutrir bases para envíos electrónicos.

Los eventos de marketing cobran fuerza este año por todas las ventajas descritas.

Con información de AMPRO y BRL